Cenicientos ha sido este año la viva imagen de la desolación y la decadencia de la Fiesta Brava. A pesar de ser la feria más cara de la historia de este pueblo, los responsables solo han buscado en la Fiesta la ganancia fácil, sin proyecto de futuro ni respeto alguno para el aficionado.
Salida a Cenicientos
El Gato, Madrid-Cenicientos, salía de la calle Segovia, antes de llegar al Viaducto. Justo en la plaza de la Cruz Verde.
Toros de Guisando
Conjunto escultórico vetón que se ubica en el cerro de Guisando, en el término municipal de El Tiemblo, en la provincia de Ávila.
Iglesia de Cenicientos
La iglesia de San Esteban Protomártir de Cenicientos es un edificio gótico, construido a finales de siglo XV o a principios del XVI. Está situada en la plaza de la Iglesia. En 1983 fue declarada “Bien de interés Cultural”.
La Peña "Bubera"
La Peña de Cenicientos (1252m) es la cima de una minúscula sierra situada al Sur del extremo Este de Gredos Oriental.
La 'Piedra Escrita' de Diana
... sería el último monumento o resto antiguo del territorio vetón y del convento emeritense, cuya divisoria pasaría unos kilómetros más al E. de él.
Cenicientos 2015, un gran petardo.
Cenicientos ha sido este año la viva imagen de la desolación y la decadencia de la Fiesta Brava. A pesar de ser la feria más cara de la historia de este pueblo, los responsables solo han buscado en la Fiesta la ganancia fácil, sin proyecto de futuro ni respeto alguno para el aficionado.
Tocada de narices a los católicos en Cenicientos
Digo tocada de narices porque me he levantado generoso. Hace tres meses, y con cargo a una subvención del llamado “Plan Prisma” de Madrid, el ayuntamiento de Cenicientos decidió colocar un viacrucis de piedra desde el centro de la población hasta la ermita de Nuestra Señora del Roble, patrona de la localidad.
El viacrucis, discretísimo, consiste en unas estelas de piedra sin más signo que la correspondiente numeración de cada estación en números romanos. Pues bien, ha durado apenas tres meses, el tiempo justo de llegar una alcaldesa del PSOE.
Ayer escuché en la radio las razones que da la alcaldesa, Natalia Núñez, para retirar el viacrucis. Comenzó, balbuceante, explicando que suponían un problema de movilidad para algunas personas. La verdad es que vistas las fotos uno no entiende qué dificultad sea, pero bueno, aceptamos pulpo.
Pero la verdadera razón la expone seguidamente y con toda fuerza. Considera que hay que tener en cuenta que en el pueblo hay gente no creyente, que se puede sentir molesta, y, sobre todo, una población musulmana para la cual podría ser incluso ofensivo.
He dicho que hablo de memez porque me he levantado generoso. Porque arrancar las estelas no es otra cosa que un ejemplo más de prepotencia, chulería, sectarismo y ganas de tocar las narices a los católicos, que ya sabemos que es gratis.
No acierto a comprender cómo es posible que ofendan tan gravemente unas cuantas piedras numeradas con números romanos, entre otras cosas porque un musulmán no sabe lo que es ni le importa. Más ofenderán, si acaso, la iglesia parroquial y la ermita. Cualquier día la alcaldesa manda derribar ambos edificios o como poco obliga a colocar una funda para que no se noten mucho. Quiero entender que de sonar campanas nada y que prohibirá las procesiones religiosas, mucho más visibles que las piedrecitas.
El caso es que no me suena que nadie se haya preguntado si a los no creyentes les molesta una mezquita o si a los católicos nos ofende, que no suele ser el caso. Evidentemente, no vamos a comparar.
No es que no entiendan, es que lo entienden perfectamente. La clave está en acabar con los católicos y todo lo que suene a Iglesia. Vieja aspiración que ya se sufrió en España y que dejó los frutos de convivencia y tolerancia que todos conocemos, y es que para la izquierda más rancia de este país tolerancia es para ellos, y todo lo que no sea su pensamiento es fascismo y, por tanto, merecedor de la hoguera, y esto no es una metáfora.
Señora alcaldesa, quitar ese viacrucis, tan ruinoso que supuso un coste de 3.000 euros y además sufragados por subvención externa, que a nadie ofende, seamos claros, excepto a algún anticlerical radicalizado, es mala uva, radicalidad, laicismo, prepotencia y ganas de tocar las narices. Porque no se entiende en ser tan sensible ante los no creyentes y la población musulmana, y tan poco ante los católicos de su pueblo, que supongo serán bastantes.
Es todo eso, y si usted lo ha ordenado, imagine lo que pienso de su ilustre persona.
El PSOE de Cenicientos elimina el Vía Crucis tres meses después de ser instalado
GRANDA finaliza la restauración de la cruz procesional de la parroquia de San Esteban Protomártir de Cenicientos (Madrid)
publicado por:artegranda.wordpress.
El equipo de restauración y conservación de GRANDA ha llevado a cabo la restauración de la cruz procesional de la parroquia de San Esteban Protomártir de Cenicientos (Madrid).
Se trata de una cruz griega de dos caras, de gran simbología realizada en plata sobre un alma de madera. Esta cruz procesional se incluye dentro de la tipolgía de cruces procesionales góticas de finales del siglo XV y principios del s. XVI. La cruz presentaba numerosas deformaciones y abolladuras del metal, roturas y fisuras, pérdida de soporte y pérdida de brillo con oxidación del metal como resultado de su uso litúrgico.
La restauración ha consistido en eliminar las deformaciones en la medida que lo ha permitido el material, eliminación de soldaduras de estaño, limpieza mediante métodos mecánico-químicos de la oxidación del metal y otras pequeñas intervenciones que han permitida a la pieza recuperar su belleza original.
Descripción artística de la pieza
En el anverso, en el interior de los cuadrilóbulos, se representa el Tetramorfos, con los cuatro evangelistas: San Marcos, San Juan, San Mateo y San Lucas. Sobre el cuadrón aparece la figura de Cristo resucitado. En el reverso, se representa a la Virgen María, San José o San Cristóbal, Adán saliendo del sepulcro y el pelícano alimentando a sus crías.
El personaje que sale del sepulcro hace referencia a Adán quien, según la tradición, había sido enterrado en el Gólgota. De este modo, las primeras gotas de Cristo, caerían sobre la sepultura de Adán, simbolizando, mediante la redención del primer hombre y el primero en pecar, la salvación de toda la Humanidad. El pelícano representa el emblema del sacrificio de Cristo y de la Eucaristía.
En el cuadrón aperece representado el Cristo Cosmocrator (Cristo Majestad sobre el globo del universo), sentado en su trono y rodeado de la mandorla, en actitud de bendecir, mientras sostiene la bola del mundo con su mano izquierda. A ambos lados, dos ángeles trompeteros le acompañan en su Juicio Final. A los pies del Pantocrator se representa la resurrección de los muertos.