Mi pueblo

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Salida a Cenicientos

El Gato, Madrid-Cenicientos, salía de la calle Segovia, antes de llegar al Viaducto. Justo en la plaza de la Cruz Verde.

Toros de Guisando

Conjunto escultórico vetón que se ubica en el cerro de Guisando, en el término municipal de El Tiemblo, en la provincia de Ávila.

Iglesia de Cenicientos

La iglesia de San Esteban Protomártir de Cenicientos es un edificio gótico, construido a finales de siglo XV o a principios del XVI. Está situada en la plaza de la Iglesia. En 1983 fue declarada “Bien de interés Cultural”.

La Peña "Bubera"

La Peña de Cenicientos (1252m) es la cima de una minúscula sierra situada al Sur del extremo Este de Gredos Oriental.

La 'Piedra Escrita' de Diana

... sería el último monumento o resto antiguo del territorio vetón y del convento emeritense, cuya divisoria pasaría unos kilómetros más al E. de él.

Los Yonet en Cenicientos


Los Toros de D. Hubert Yonet mostraron diferentes hechuras, aunque lucieron una impecable presentación. Una tía. Imponentes testas. Trapío. Un diez. De todas formas fue ésta una corrida brava sin demasiadas complicaciones para la lidia y poco aprovechada. Por desgracia los toros franceses no redondearon la feria, la mas corta que hemos visto en los últimos años.
La corrida tiró para adelante pese a la mala lidia y a los “malditos” picadores, que siempre vienen a lo mismo a Cenicientos. Todo estos Factores, tal vez restaron lucimiento a la corrida, y aún así algún toro hizo un tercio de varas verdaderamente excepcional. No desagrado la corrida, me gustaría verlos otra vez.

A propósito de los Toros de Cenicientos


A pesar de los pesares esta no es una feria pensada únicamente para el toro grande, de altura grande, con pitones grandes, por eso a algunos sorprende que sigan viniendo ganaderías que respondan a ese estándar.
O quizás les joroba a otros que no estén presentes en la feria una serie de ganaderías en las que hoy por hoy , por mucho que se esfuercen en adornar sus fracasos, no existen en ellas la casta ni la bravura ni se las espera.
No es que la presente feria vaya a ser una apoteosis “torista”, pero es tiempo ya que sin renunciar al trapío y la exquisita presentación de introducir bravura en una feria que se estaba convirtiendo años atrás en una muestra de ganado descastado e inmóvil.
Vasta ya de mandangas, de ferias anodinas, de corridas, de las que un grupo denominan “toristas”, totalmente podridas.
Que vuelvan… ¿Quiénes? …¡Venga ya! Quizás algún día, cuando en ellos se encuentre un ápice de casta o bravura.
Los que dividen las ganaderías en uno de los dos grupos conocidos, en donde van a encuadrar a Victoriano del Rio a Fuente Ymbro … ¿Comerciales?. Esto es lo que pasa en Cenicientos: que no respondemos a dictados desde ningún tendido, ni a modas, buscamos el TORO en el campo BRAVO. Así es el toro de Cenicientos, que sube cada año. Aunque algunos les pese. Verlo para creerlo.

LA CASTA NAVARRA EXISTE


Emilio Pérez Martinez

Muchos han sido los avatares que la Casta Navarra ha sufrido a lo largo de su dilatada historia. Desde el Marqués de Santa Cara (primer criador en cautividad de los toros navarros), pasando por Nazario Carriquiri, que fue sin duda alguna el máximo exponente de los ganaderos de Casta Navarra, hasta los ganaderos actuales que poseen este encaste, este ganado ha perdido paulatinamente su sitio dentro de la Fiesta. La causa, la de siempre, las exigencias
de los que se ponen delante, siempre es pos de su comodidad y de restar riesgo a lo que hacen en el ruedo, lo que implica claramente devaluar el espectáculo y restar emoción a lo que acontece en el ruedo. No debemos olvidar que la Casta Navarra es una Casta o raza fundacional del toro de lidia y que gracias a unos pocos todavía podemos disfrutar de este tesoro genético.
La casi desaparición de la casta navarra de los festejos mayores de debe, como digo a los problemas que estos toros planteaban a los toreros, problemas en la mayoría de los casos difíciles de solventar. Los toros navarros se caracterizaban por su codicia, agilidad, dureza, inteligencia, en definitiva por su casta, si bien nunca los entendidos han considerado la bravura como característica principal de la casta navarra, todos coincidían en que era un animal muy encastado, listo y duro y eso siempre ha estado y está reñido con la comodidad de los toreros. Pero fundamentalmente lo que más temían y ponía en guardia a los lidiadores era la increíble velocidad para desarrollar sentido. Ya dijo el Guerra en una de sus célebres citas que prefería los zarpazos de los tigres de Veragua a los picotazos de los mosquitos navarros.
La decadencia definitiva de la Casta navarra llega con la revolución del toreo que protagoniza Belmonte. Este tipo de toro que tan duro era, que tanta movilidad tenía y que tan rápido aprendía era casi imposible para desarrollar el toreo de inmovilismo que crea Belmonte y que llega con sus lógicas evoluciones hasta nuestros días. Esa manera de torear cala tanto entre la afición que, de alguna manera, la impone para todos los toreros y la Casta Navarra cae por cuestiones lógicas, con este toro no se puede torear quieto y poco a poco el toro navarro no es solicitado por las empresas por las imposiciones y los ascos que le hacían los toreros a ese toro imposible para su torero bonito.
En el año 1868 el conde Espoz y Mina adquiere por 40.000 duros la ganadería de Nazario Carriquiri, hasta que en 1908 vende su ganado a Bernabé Cobaleda quien traslada todo el ganado navarro a pie por las cañadas reales, desde las Bardenas hasta sus tierras salmantinas de “Campocerrado”. D. Bernabé es el último ganadero con nombre y sitio en las grandes ferias que cría animales navarros, hasta que debido a los nuevos gustos taurómacos elimina todas las reses navarras, rehaciendo su ganadería con reses de otros encastes más solicitadas por los toreros. Antes de deshacerse del ganado navarro hay un ganadero riojano que compra reses navarras a D. Bernabé, estamos hablando de Nicasio Casas del cual y junto a Miguel Poyales que en 1851 adquirió ganado de Franciscos Javier
Güendoláin proceden la mayoría de las ganaderías con Casta navarra de la actualidad. A éstas procedentes de Poyales o Casas habría que sumarles las que proceden de “Ripamilán” la cual también había adquirido reses directamente de Carriquiri Sin ninguna duda si la casta navarra existe hoy se lo debemos a estos dos ganaderos, pero fundamentalmente se lo debemos a los Festejos populares. El comportamiento de la Casta Navarra es el ideal para las exigencias de los festejos populares, esos grandes olvidados dentro de la Fiesta y por eso sigue viva la Casta Navarra, gracias a ellos se siguen criando estas reses navarras tan encastadas, tan listas, tan fieras, tan bonitas y tan únicas genéticamente.

Estrapicurciela


viernes 11 de septiembre de 2009
En defensa de los toros de Cenicientos
por cadalseño.

Hace tiempo tenía en la cabeza escribir algo sobre los toros de Cenicientos.

Vaya por delante que escribo desde el estricto punto de vista de aficionado a los toros, con abstracción de todo aquello que pueda afectar a los habitantes de Cenicientos. Esa cuestión es suya y no mía. Y escribo lejos de rancias, caducas, viscerales y estúpidas rivalidades entre localidades vecinas, que hora es de arrinconar en el desván del olvido.

Dicho lo cual, me declaro defensor de los toros de Cenicientos (sobre todo desde que han abandonado la máxima del “toro grande, ande o no ande” y han superado la intransigencia relativa al sentido en que los picadores deben abandonar el ruedo). Me declaro, pués, defensor de un empeño colectivo por ser robinsones en el océano de la manipulación, de la mentira, de la estafa, del trágala y de la imposición de los intereses del taurineo. Allá quien le guste otro tipo de tauromaquia; con su pan se lo coman y con su cartera se lo paguen. A mí -ya lo dejé escrito- no me gustan los festivales, y menos aún esos auténticos festivales que asolan la geografía española y que se anuncian y venden como corridas de toros, y que la prensa vocea, casi siempre interesadamente. Una prensa que, a la mínima y en simbiosis, aprovecha para soltar una palmetada a ese mosquito (al que llaman “Valle del Terror”) que importuna a la “Familia Taurina”. Para muestra, tres botones:

PRIMER BOTÓN: Los hermanos Boix, Juan Blanco Palomo y Alberto Soler.

En 2002 se publicó el libro “Por los adentros”, de Jaime y Salvador Boix (Ed. Espasa, 2002). Después de publicado el libro, Salvador Boix se hizo cargo de la segunda etapa de la carrera de José Tomás. Leyendo el libro, no nos extraña la deriva que ha tomado la carrera del de Galapagar.

A propósito de un festejo en Villa del Prado, el libro relata los comentarios sobre el “Valle del Terror” de Juan Blanco Palomo, apoderado de José Luis Pérez “Niño del Tentadero” de los que entresaco las siguientes frases: “Nos hicimos enteros el Valle del Tiétar, de cabo a rabo. Aquello eran verdaderas corridas de toros, con novillos de más de quinientos kilos que asustaban. Esas barbaridades son allí normales. A mí me daba bastante apuro (…) porque allí se respiraba la tragedia cada tarde”; “Claro que también podía decir que no toreábamos semejante barbaridad; pero si dices eso, adiós muy buenas, ni pagando te vuelven a poner allí. No puedes escoger”; ”esto es de locos y a menudo piensas que no tiene el menor sentido: hacerte seiscientos kilómetros, y encima pagando, para ir a pasar miedo con toros de procedencia desconocida, de media o ninguna casta, o para que te peguen un revolcón o una cornada, como nos pasó en El Tiemblo; esta es la cara más amarga de la fiesta. En el Valle del Terror se torea todo menos toros”.

Escriben los autores: “El Tiemblo, 4.000 habitantes, provincia de Ávila, es uno de los pueblos de la vertiente norte de la sierra de Gredos que forman parte del circuito taurino conocido como el Valle del Terror, denominación que abarca un contorno geográfico no muy claramente definido y comprende diversos valles: el del Tiétar, el del Alberche y otros. (…) La región es, por cierto, hermosa. Por ella suelen moverse los aficionados para seguir a los novilleros que se ven sometidos a una prueba de valor, enfrentados a novillos más crecidos que toros y de una dureza no mineral, como los de Guisando, sino peor: animal y hasta a veces bestia”.

Reproducen los comentarios de un banderillero, Alberto Soler, que no tienen desperdicio: “Bueno, yo empecé por esa zona [el Valle de Tiétar], sí; pero ahora veo las cosas de otra forma. Allí se exige el toro grande, con peso, con pitones. Este toro no puede embestir la mayoría de las veces. Se defiende. Esto no da espectáculo. Como banderillero, creo que es casi un crimen mandar a novilleritos sin oficio a entrenarse con animales con los que no pueden. Muchos acaban en la enfermería. Ni las empresas ni los toreros tienen nada que decir porque allí eligen los toros las comisiones de fiestas o los concejales, y no se dan cuenta de que los toros grandes no son necesariamente los toros buenos para disfrutar con un buen toreo. Pero, en fin, esto no cambia. Y los novilleros no tienen más remedio que aceptar lo que les echen o dejarlo correr”. Se da un dato final: “El banderillero Alberto Soler ganó en 2001 el premio al mejor peón de brega en la Feria de Cadalso de los Vidrios, en estos valles”.


SEGUNDO BOTÓN: Fernández Salido.

En el periódico LA RAZON del 22 de agosto de 2004, bajo el titular Tarde de toros en el «valle del terror» Alberto Fernández Salido daba cuenta a su manera de lo vivido una tarde en Almorox, en que se anunciaron reses de Monteviejo para El Fundi, Rafael González y Gómez Escorial. La entradilla del reportaje era todas una declaración de intenciones:

“La tarde del jueves pasado, tres toreros tenían una cita en una plaza portátil con seis toros de espanto y una afición brutal y algo cainita. Eran fiestas en Almorox, pueblo toledano enclavado en lo que los mentideros taurinos llaman el «valle del terror». Éste es el relato de una tarde de toros donde todo resultó exagerado”

Y su resumen sobre la zona era el siguiente: “El «valle del terror» es, en efecto, un reducto deshumanizado de la Fiesta Nacional. Todo sociólogo interesado en conocer los recovecos del alma ibérica se sentiría enriquecido si se dejase caer por aquí en tarde de toros. Un lado cainita y brutal, muy español, se sienta en el tendido y se hace fuerte entre la masa hasta cobrar fuerza y expresar a gritos sus pasiones más crueles. El jueves, desde el callejón, entre dos fuegos (el de la arena, a un paso de los gladiadores y de las bestias, y el del público ávido de tragedia) fue un buen día para observar.” Lo de “en efecto” surge al hilo de un presunto comentario de uno de los actuantes (Gómez Escorial) del siguiente tenor: «Lo de Almorox es lo más parecido a un ejercicio de gladiadores. Suena brutal, pero es que es brutal. En esos pueblos poco importa el torero, sólo se fijan en el toro. Disfrutan más viendo caer de cabeza al callejón a un banderillero que contemplando un buen par»


TERCER BOTÓN: Vicente Zabala.

En su crónica diaria de la Feria de Abril de Sevilla, el hijo de Zabala, tan cursi a veces, aprovecha el viaje para clavar una pullita a su colega Moncholi, que ni pasaba por allí, utilizando como arma a Cenicientos:

“Pero cuando quinto y sexto -otra expresión, otra encornadura, otra forma- metieron la cara, las cosas no se redondearon. Vilches viene de una cornada de caballo con arrancamiento de safena en la «Monumental» de Cenicientos, que es la plaza de Moncholi y una carnicería de toreros. Y allí, curiosamente, también cayó Joselillo con las carnes rotas en el ferragosto criminal. No valen disculpas, pero cuentan las historias. Ocho meses se ha pasado Luis Vilches reconstruyéndose el cuerpo y el alma. Y con las cicatrices de la memoria trató de hacer de tripas corazón con el toro de la tarde, y en líneas generales su concepto del toreo rayó a buena altura en un trincherazo monumental, en fases de viejas promesas de calidad (ABC 21/04/2009)."

El problema es que la verdadera realidad de los toros de Cenicientos, y por extensión de toda la zona, sólo la conocemos los que aquí vivimos y unos pocos que tienen interés en la tauromaquía con toro de lidia. La mayoría, gracias a estos personajes, sólo tienen como referencia los hechos que, de forman torticera, se publican en diarios nacionales o en libros de editoriales especializadas. Podría de mil y una formas responder a estos personajes (y hasta zaherirlos, que lo tienen merecido), muestra variada de lo peor del taurinaje (matador de toros, uno; banderillero, otro; apoderados, dos; y periodistas, cuatro); no están todos los que son, pero son todos los que están. No respondo porque me parece innecesario, pues presumo que el lector está suficientemente capacitado para sacar sus propias conclusiones. Yo sólo pido que, al menos, nos dejen en paz a los que nos gusta la fiesta íntegra y respeten los escasísimos reductos donde aún se lucha, no siempre con victoria, por algo tan simple como el respeto y cumplimiento de las normas esenciales del Reglamento Taurino. Sólo eso; no creo que sea mucho pedir.
P.D. He encontrado en otro libro, un cuarto botón. Se trata del libro titulado "Sonajero", del que es autor Felipe Garrigues, publicado por Espasa en 1998. Así se explaya el "abogado, periodista, ex novillero, ganadero de toros bravos y , sobre todo, un profundo conocedor de la fiesta" (según reza en la solapa del libro):

"Por otra parte, el boom televisivo español de los últimos años ha llevado el toro grande y cornúo de Madrid a la última pedanía, creando una moda que, como mancha de aceite, se reparte por el resto de la comunidad madrileña y pueblos aledaños de Ávila y Toledo. Quieren ser como en la capital, ¿por qué menos? El toro autobús, el barbas para imberbes, para chavales sin padrino que no tienen más remedio que tragar -si quieren torear- una corrida de toros sin picadores y auxiliados por cuadrillas de charanga, con medias raídas y oronda barriga de escultura de Botero.
Estos festejos, retazos de la España negra y que siguen existiendo en el umbral del 2000, sólo son noticia si llega el cornalón, el tabaco gordo, como se dice en el argot. La autoridad tan obsesionada con el fraude en el festejo mayor, hace la vista gorda en el menor. Aplicando con firmeza el reglamento, gran parte de estos festejos habría que suspenderlos. Pero es la propia autoridad municipal quien no sólo tolera, sino que fomenta. En el mes de mayo, los campos de toros bravos se ven invadidos por concejales de festejos en busca del trolebús con cuernos para sus fiestas patronales de agosto y septiembre. La complicada (apenas diez animales) búsqueda se prolonga a veces varios meses, jalonada de comidas y visitas a puticlubs, para solaz del concejal en cuestión y merma evidente del erario municipal. Este novillo, más bien toro, amoruchado y embastecido -engordado con saña (porque si no, no se vende), incluso con el guarismo sobreherrado para disimular la edad-, ha sido la dulce escuela por la que han tenido que pasar toreros españoles como Miguel Rodríguez, Javier Vázquez, Miguel Martín, El Fundi y algunos más. Es desde luego una prueba de fuego para el que consigue sobrevivir y también un pozo donde se han ahogado talentos, quizá más grágiles pero con cualidades evidentes.
Muchos piensan que la formación de un torero tiene que se dura, para forjar carácter... Dura sí, pero no un calvario. ¿Qué hubiera sido de Aparicio, de Chamaco, de Litri, Finito de Córdoba o Jesulín, si hubieran tenido que forjarse en la comarca -el nombre lo dice todo- llamada Valle del Terror? Rivera Ordóñez, que está cuajando en torero pundonoroso a pesar de sus cuidados comienzos, jamás se las tuvo que ver con semejantes bisontes. Ni muchos otros: Ponce, Joselito, etc..."
No tiene desperdicio, ¿verdad? Sólo diré una cosita: Enrique Ponce toreó una corrida de toros en Cadalso, acompañado de César Rincón y Lara el 3 de junio de 1990; y es que conviene documentarse mínimamente antes de escribir un libro (¡ah! y saber sobre lo que se escribe).

Canción de las Moritas

Treinta y tres Moritas
33 moritas tiene el moro Juan
nosotros con una no queremos más.
(Bis las 2 últimas)
Que toma la cachimba bacilón / que toma la cachimba bacilón

Dicen que los moros no tienen mujer
dicen que los moros no tienen mujer
y el que menos tiene, y el que menos tiene,
y el que menos tiene, tiene 33.
(Bis las 2 últimas)
Que toma la cachimba bacilón / que toma la cachimba bacilón

Dicen que las moras yo no sé porqué
dicen que las moras yo no sé porqué
se tapan la cara, se tapan la cara,
se tapan la cara, y enseñan los pies.
(Bis las 2 últimas)
Que toma la cachimba bacilón / que toma la cachimba bacilón

En cambio las nuestras todo es al revés
en cambio las nuestras todo es al revés
enseñan la cara, enseñan la cara,
enseñan la cara y se tapan los pies
(Bis las 2 últimas)
Que toma la cachimba bacilón / que toma la cachimba bacilón

ALGUNAS SUERTES DEL TOREO.

ALGUNAS SUERTES DEL TOREO.

PRIMER TERCIO.
.-La verónica. Se le atribuye a Costillares. Julio Robles la interpretó con mucha ortodoxia.
.-Media verónica. Las de Curro fueron sublimes, cuando lo eran.
.-La navarra; se gira sobre los pies. Un gran ejecutor de la suerte es Morenito de Maracay
.-La aragonesa; capote a la espalda, torero de espaldas al toro, la salida por delante. Otros la llaman talaverana. El Juli que ahora no la prodiga abusó de ella cuando novillero.
.-La gaonera; a la espalda, de frente al toro. Se dice que fue Ojitos, banderillero de Rodolfo Gaona el que la puso en la mente del mejicano.
.-El farol.
.-Tijerilla o catre. Posiblemente el último ejecutante fuera Antonio Bienvenida.
.-El delantal, también lo ejecutó con algarabía Maracay y sus veces hizo Víctor Mendes.
.-La mariposa. Lo inventó Marcial Lalanda, se trata de un abaniqueo por delante con capote a la espalda.
.-Recorte. Lo practica Abellán llevando el toro al caballo.
.-Galleo.
.-Bu. Muy propio de Rafael El Gallo y luego de su hermano Joselito. Se liaban el capote a la cabeza como representando al coco para asustar al toro y se ejecutaba con el sobre los hombros galleando.
.-Al alimón. Se lo recuerdo (en película) a Luis Miguel Dominguín y a Ava Gadner.
.-Chicuelina. De Manuel Jiménez Chicuelo. Manzanares las interpretó con las manos bajas resultando atractivas y estéticas.
.-Serpentina y revolera. Paco Ojeda abusó de ellas, al igual que Espartaco.

SEGUNDO TERCIO.
.-Cuarteo. La más usual de las banderillas. El toro sale desde el tercio a los medios.
.-De poder a poder. Toro y torero se arrancan a la vez.
.-De frente; cuando el cuarteo es mínimo.
.-Quiebro. Se le marca al toro la salida con engaño.
.-Al sesgo. Al hilo de las tablas. Es suerte poco utilizada pues se le da más ventaja al toro.
.-Al relance.
.-Sobaquillo.
.-Media vuelta.
De estas tres últimas más que suertes las considero trances y ardides necesarios para colocar los palos.
Estas son las más practicadas, las del toreo moderno, las huelgo.

TERCER TERCIO.
.-Natural. Pase fundamental y propio del toreo de muleta en sus orígenes.
.-De pecho. Consecuencia de la concatenación de naturales. Hoy vulgarizado.
.-Por alto.
.-Ayudado. Por bajo y por alto, con la espada.
.-Afarolado.
.-Molinete. Lo puso en práctica El Tato.
.-Por delante.
.-Redondos. Es con la derecha
.-Cambiados. Uno por alto con la derecha es un pase cambiado.

LA ESTOCADA:
.-Honda. Pinchazo.
.-Corta. Le falta un palmo para entera.
.-Contraria. Cae del lado contrario del que se ejecutó.
.-Trasera.
.-Delantera.
.-Baja.
Estas tres con referencia al hoyo de las agujas.
.-Ida. Cuando queda de perfil.
.-Tendida.
.-Perpendicular.
.-Caída.
.-Atravesada.
.-Envainada.

Se puede ejecutar la suerte:
.-Recibiendo.
.-Volapié.
.-A un tiempo.
.- Al encuentro.

Recursos:
.-Aguantando.
.-A paso de banderillas.
.-A la media vuelta.
.-A toro corrido.

GENERAL D. FELIPE NAVARRO Y CEBALLOS-ESCALERA, BARÓN DE CASA DEVALILLOS


GENERAL D. FELIPE NAVARRO Y CEBALLOS-ESCALERA, BARÓN DE CASA DEVALILLOS
(1862 - 1936)
Segundo Jefe de la Comandancia General de Melilla, fue el artífice de la retirada hacia Monte Arruit y posterior rendición de las tropas españolas el 9 de agosto de 1921.
Nació el 21 de julio de 1862 e ingresó como alumno en la Academia de Caballería el 1 de septiembre de 1877, siendo promovido al empleo de alférez en julio de 1880. Fue destinado al Regimiento de Pavía hasta agosto de 1882, en que fue nombrado ayudante de campo del Ministro de la Guerra con 20 años y dos años de servicio en filas. En octubre de 1883 se le destinó a las órdenes directas del Capitán General de Ejército D. Arsenio Martínez de Campos, del que se nombró ayudante de campo en 1885.
En septiembre de 1888 se le destinó al Regimiento de la Reina, y en noviembre ascendió al empleo de Teniente con 26 años. Continuó en el regimiento hasta diciembre de 1890, en que pasa de nuevo al Regimiento de Pavía. Posteriormente ejerció el cargo de ayudante de campo de los Generales de División D. Federico Ochando y D. Bernardo Echaluce.
En diciembre de 1892 volvió a destinársele al Regimiento de la Reina. En septiembre de 1893 fue nombrado alumno de la Escuela Superior de Guerra, pero en el mes de noviembre fue destinado al Ejército de Operaciones de Africa, que mandaba el Capitán General D. Arsenio Martínez Campos, de nuevo como ayudante de campo suyo. Participó en las operaciones de Melilla hasta marzo de 1894, y recibió una Cruz Blanca al Mérito Militar de Primera Clase. A finales de ese mes se incorporó a la Escuela Superior de Guerra.
En abril de 1895 interrumpió sus estudios para incorporarse al Ejército de Operaciones de Cuba como ayudante de campo del General en Jefe. Obtuvo una Cruz Roja al Mérito Militar de Primera Clase por su actuación en las operaciones sobre Mayari Arriba y por el combate del 3 de junio de 1895 librado en Seboruco. El 7 de enero de 1896 participó en el combate del ingenio de San Dimas, obteniendo por ello la Cruz de María Cristina de Primera Clase.
Regresó a la península a finales de ese mes como ayudante de campo del general D. Joaquín Ceballos-Escalera y proseguió sus estudios en la Escuela Superior de Guerra. En marzo de 1896 ascendió a capitán por antigüedad, con 34 años. Finalizó sus estudios de Estado Mayor en octubre.
En enero de 1897 embarcó para Filipinas, donde permaneció hasta marzo de 1898 en que regresó a España. Durante su estancia en las islas se distinguió en combate en varias ocasiones, siendo condecorado por ello: Cruz Roja pensionada al Mérito Militar de Primera Clase por los combates del 3 y 4 de mayo en el barranco de Limbong y en el pueblo de Indang; ascenso a comandante por la toma del pueblo de Maragondon el 11 de mayo; Cruz Roja pensionada al Mérito Militar de Segunda Clase por el combate del 30 de mayo en Talisay, en el que resultó herido; Cruz de María Cristina de Segunda Clase por el combate de Minuján del 9 de diciembre; Mención Honorífica por haber cooperado en la sumisión y entrega de armas de diversas partidas rebeldes.
A su regreso a la península, obtuvo diversos destinos en el Regimiento de Cazadores de Lusitania (1898), Escuela Militar de Equitación (1902) y Regimiento de Pavía (1906). Ascendió a Teniente Coronel por antiguedad en 1908, con 46 años. Entre noviembre y diciembre de 1909 se le destinó al Cuartel General de Ejército de Operaciones de Melilla, y asistió el 26 de noviembre a la toma de Sebt, Eulad-Daud y Atlaten. En agosto de 1913 fue ascendido por antigüedad a Coronel, con 51 años.
Desde 1906 había estado destinado en las cercanías de la Casa Real: en 1906, durante la boda de S.M. El Rey Alfonso XIII, estuvo a las órdenes de SS.AA.RR. los Príncipes D. Jenaro, D. Raniero y D. Felipe de Borbón; Ayudante de Órdenes del Rey en octubre de 1907; Comisión de Servicio ante S.A.I. el Gran Duque Boris de Rusia en 1908 durante su visita a España; lo mismo en 1909 ante S.A.R. el P´rincipe Rupprecht de Baviera; y acompañó a la Familia Real en sus viajes por España y Francia.
Consumado jinete, formó parte del jurado de los Concursos Hípicos Internacionales celebrados en Bruselas en 1905 y en Lisboa en 1909.
En mayo de 1914 fué destinado como Jefe de Caballería de la Comandancia Militar de Larache. Obtuvo una Cruz Roja al Mérito Militar de Tercera Clase por los combates del 2 de agosto que se libraron en Sidi-bu-Haya y hayera Tuila; y una Cruz de María Cristina de Segunda Clase por el combate de R´gaia del 18 de noviembre.
En octubre de 1916 fue ascendido a General de Brigada, con 54 años. Obtuvo el mando de la Tercera Brigada de Caballería hasta agosto de 1918, fecha en la que fue destinado a la Cría Caballar y Remonta. En agosto de 1919 fue nombrado Segundo Jefe de la Comandancia General de Ceuta, a las órdenes del general Silvestre. El 20 de octubre de 1920 fue destinado como Segundo Jefe de la Comandancia Militar de Melilla, por haber ascendido su predecesor, el general Monteverde, a General de División. Estaba muy vinculado al general Silvestre, por ser ambos del mismo arma, haber compartido la campaña de Cuba y haber coincidido en Larache y Ceuta.
Por razón de su cargo en Melilla fué el Presidente de la Junta de Arbitrios de la ciudad, lo que significaba a efectos prácticos que era el alcalde de Melilla. Esta función le consumía la mayor parte de su tiempo, en un tiempo en que la ciudad iba creciendo a ritmo acelerado. Aunque el general Navarro participó en todas las acciones militares de importancia, el general Silvestre no le hacía partícipe de la información ni del curso de los aconcemientos políticos y militares.
Tras la muerte del general Silvestre, se hizo cargo de la retirada de las desorganizadas y desmoralizadas tropas españolas hasta Monte Arruit, donde resistió los ataques rifeños hasta el 9 de agosto de 1921, en que rindió la posición. Tenía 59 años. Permaneció prisionero en Axdir hasta el 27 de enero de 1923. Durante su cautiverio sufrió mumerosas vejaciones por parte de sus captores, pero el general Navarro se portó muy dignamente en todo momento, exponiendo su vida muchas veces con reclamaciones en defensa de sus hombres. Su actitud fue reconocida por sus subordinados presos como él.
Tras su liberación el general Navarro fue sometido un Consejo de Guerra y se enfrentó graves acusaciones por parte del fiscal. No obstante, la defensa que hizo el Auditor de Brigada del Cuerpo Jurídico Militar D. Luis Rodríguez de Viguri fue tan aplastante que el el fiscal retiró los cargos al dia siguiente de la vista, que se celebró el 23 de junio de 1924. Absuelto de los cargos, Navarro fue ascendido a General de División en julio, con 62 años. El 27 de septiembre fue nombrado Comandante General de Ceuta, donde dirigió varios combates. En diciembre dirigió el repliegue de las tropas españolas desde el Zoco de Arbaá a Ben-Karrik, pasando por Tarranes y Karikera.
El 26 de noviembre de 1925 fue nombrado ayudante de campo de SM. El Rey. Fue ascendido a Teniente General el 31 de agosto de 1926, con 64 años. Entre 1929 y 1931 fue Capitán General de la I Región Militar (Madrid). El gobierno de la República decretó su pase a la reserva; tenía 69 años.
A finales de julio de 1936 fue detenido en Madrid por los milicianos del Frente Popular y llevado a la Cárcel Modelo. El 23 de agosto la cárcel se incendió y el general Navarro pudo escapar. Se dirigió a su domicilio, pero allí fue detenido el mismo día. Fué llevado detenido a Paracuellos de Jarama junto con su hijo, el capitán D. Carlos Navarro Morenés. Ambos fueron fusilados junto con sus compañeros de prisión en uno de los amaneceres del 7 u 8 de noviembre de 1936.
La muerte le encontró con 74 años, tras haber sobrevivido a 10 combates, un asedio y un cautiverio de año y medio.